Para todos aquellos que están cansados de usar gafas o anteojos, los lentes de contacto se presentan como la mejor opción para quienes no cuentan con el dinero o las condiciones óptimas para realizar una cirugía correctiva. Desde mediados del siglo pasado se han usado estos accesorios fabricados a partir de diferentes materiales que permiten mejorar la visión, ofreciendo no solo un cambio en la apariencia física sino una mayor comodidad de quien los usa. Su precio oscila entre los 40 y los 300 EUR dependiendo de su durabilidad, que es determinada por el profesional que los recomiende.
Los lentes de contacto ofrecen un campo visual total, y la persona que los usa logra percibir los objetos en un tamaño muy parecido al real, esta es la razón por la que son perfectos para quienes tiene un grado diferente de visión en ambos ojos, ya que las gafas forman una imagen de diferente tamaño en cada ojo impidiendo al cerebro el poder unirlas en una única imagen integrada.
El lente de contacto siempre se desplaza a la par con el ojo, es decir que el usuario siempre está mirando a través del centro del mismo, a diferencia de las gafas que no garantizan que al mirar hacia los lado los objetos se distorsionen o se muevan generando en mucho casos que las persona se maree o sienta vértigo. No sufren cambios de temperatura, debido a que varia acorde con la temperatura del ojo, por lo tanto no se empañan, y en condiciones de lluvia no impiden la visión. Ofrecen mayor comodidad y mejor capacidad de visión, pero también ofrecen ventajas a nivel estético, ya que despeja el rostro de quien los usa.
El uso delentillas generalmente se recomienda en personas mayores de 10 años, ya que un niño de esta edad puede hacer buen uso ellos, garantizando así la ausencia de enfermedades o infecciones del ojo debido al uso incorrecto de los lentes. Personas que trabajan con sustancias nocivas o en ambientes donde abunda el polvo, personas con enfermedades oculares como conjuntivitis, queratitis, secreción de lágrima, diabetes o embarazo pueden no ser buenos candidatos para el uso de lentes de contacto, ya que las condiciones externas o el estado de salud pueden ser un obstáculo para este método correctivo.
Teniendo en cuenta estos aspectos, cualquier persona puede ser un candidato en potencia su uso, ya sea por motivos de salud o estéticos siempre es vital consultar con un especialista que pueda hacer las recomendaciones respectivas que garanticen el éxito en el proceso de adquisición y uso de lentes de contacto.
El más importante de todos es la limpieza de los lentes de contacto, ya que de este dependerá la salud de los ojos y por consiguiente la calidad de la visión. También es importante no hacer uso excesivo, generalmente se recomienda un periodo de 8 a 10 horas máximo. Garantizar que los productos para su cuidado y limpieza sean de buena calidad es primordial para que los lentes tengan la vida útil esperada, así mismo su manipulación debe ser cuidadosa, para evitar que se rompan y causen lesiones en el ojo.